Categoría: elJazzBass

Club Internacional del Disco (C.I.D.) se propuso introducir la música jazz al españolito medio de mediados de los años 50. Noble iniciativa en ese país hostil a ritmos foranos y que poco a poco salía de su burbuja ultranacionalista y católica. Poco después, gracias al nuevo amigo americano con sus bases militares y rocanroles y a ese gran invento llamado turismo, la cosa cambiaría muchísimo. Pero rendimos un homenaje a esos didácticos primeros discos Fabricados en España para dar a conocer una música al pueblo llano a precios asequibles (con su correspondiente impuesto de lujo metálico, así aparecía descrito) y un mínimo de información para no perderse en este universo tan rico y profundo como es el jazz. Muchos de nuestros abuelitos y abuelitas descubrirían y cultivarían una pasión por esta música gracias a estos disquitos tan campanudos y de tan campeador nombre. Un respeto, Raskayú, cuando mueras qué harás

Stormy Weather se escucha mu ricamente en estos días tormentosos. Peazo torch song, que dicen los anglos, compuesta por Harold Arlen (lyrics by Ted Koehler) para un número musical del mítico Cotton Club. Se convirtió en todo un clasicazo en tan clasicazo club y fue pasando de voz en voz por las grandes jefas del local: Adelaide Hall, Ivie Anderson, Ethel Waters y, finalmente, nuestra protagonista: Lena Horne. De todas ellas aprendió no sólo a cantar con el debido swing, también pronto destacó como una gran actriz que se fue abriendo paso en múltiples musicales, llegando a la llamada meca del cine: Hollywood. Se convirtió en la primera figura afroamericana en ser aceptada en dicho star system y brilló con luz propia en ese oscuro mundo. Óscares ni uno pero sí consiguió fama y prestigio. Y un respeto que antes no existía, toda una pionera. Esta noche repasamos su amplia

Ahora nos enteramos: el verano de 1969 también tuvo su Woodstock negro. Peazo de festival gratuito y al aire libre que se organizó allí, en el parque grande de Harlem, con las principales estrellas de la música popular negra del momento. Y aquello no transcendió porque el ser humano ya andaba por la luna pero por aquí abajo, parece ser, aún existían mundos segregados y distanciados años-luz unos de otros. A nadie le pareció interesante dar testimonio de aquello, lo que parece ser siempre una invitación al olvido… Pero resulta que ahora, más de 50 años después, han aparecido 47 horas de filmaciones de lo allí acontecido y Questlove nos las comprime y presenta en forma de documental. Vamos religiosamente a su recién estrenado estreno al cine con Jorge (aka Big Boy George) gran connoisseur de todos los universos musicales negros, para dar fe. Marta nos da nones porque pasa

Pos hala, que ya estábamos hartos de programillas enlatados y en conserva. “Que eso no pue ser na güeno, que te entra el escorbuto”, decía mi abuela. Aunque ya llevábamos un par de semanas emitiendo destrangis muy vivamente y muy directamente, por fin regresamos oficialmente a una (in)cierta normalidad. El asunto nos pilla un tanto desentrenados y algún susto nos atizamos pero nos lo tomamos con filosofía, optimismo y humor. Esperemos que sigan manteniendo la alegría, el compás y la salud. Y olé !!!

Jabbo Smith fue un jefazo de la trompeta en los 20´s del XX. Únicamente el gran Louis le podía toser pero… semejante astro sideral eclipsaba a todos los demás. Nuestro protagonista no se amilanó e intentó brillar con luz propia en el inmenso firmamento del jazz. Se las prometía muy felices: fue capaz de decirle NO a Duke Ellington y la casa Brunswick apostó por él para hacerle la competencia a Okeh, la casa del rey sol de Nueva Orleans… y no vendió ni un colín. Decepcionado por el negocio dejó un tanto la música y pocos fueron los que se acordaron ya de él. En este programa repasaremos la breve y fantástica carrera de otro fenómeno genial, maldito y olvidado. Jabbo, menudo jambo!

Reivindicamos la muy injustamente olvidada última época de Jack Teagarden. Sus años de lozanía y esplendor ya habían quedado atrás pero el colega mantenía muy dignamente el tipo y seguía destilando blues por cada uno de sus poros. Quizás más melancólico y nostálgico, pocas fiestas animaremos hoy. Especial atención tendrá su disco Mis´ry and the blues (Verve, 1961) que también compartirá protagonismo con el también olvidadísimo y muy reivindicable Don Goldie, trompetista elegante y fino, que ahí estuvo en esa última época del Big T. Y si quieren escapar de la miseria ya lo saben: nada mejor que darle al blues. Pa eso lo inventaron, oigan!!!

Jonathan Jones, también conocido como Papa Jo, fue el papá musical y espiritual de buena parte de los batacas que vinieron después. Estableciendo un estilo, técnica y sonido que se convertirían en modelo y referencia tanto para los más puretas y tradicionales como para los más modelnos y boppers. Kenny Clarke cambiaría el acento, otros terminarían de romper el compás, se añadirían ritmos y percusiones de otras músicas y latitudes, otros llegarían a tocar boca abajo (se lo juro!)… pero su sonido y presencia permanece en el subconsciente de ese soniquete que llamamos jazz. Lo podréis encontrar en más de 1500 discos, casiná, siendo uno de los músicos más registrados en la historia de la música. Y no hay que olvidar que, además de músico solicitado en estudios de grabación, también formó parte fundamental de la mítica Sección Rítmica, así con mayúsculas, de la también mayúscula orquesta del no menos

Armand John Piron fue un músico capital en la Nueva Orleans de comienzos del siglo XX. Ya de niño destacó dándole al violín y participó en algunas de las principales orquestas de las que se tiene constancia: The Silver Leaf Band, The Peerless Orchestra, The Olympia Orchestra… Tocó y se asoció con las principales figuras del primer jazz y blues (Clarence Williams, W.C.Hardy…) y con su banda criolla llegó incluso a registrar algunas de sus composiciones en Nueva York y en su propia ciudad, siendo de los primerisísimos músicos en grabar allí en su pueblo. A pesar de esos pocos (poquísimos!) registros que se conservan y de compartir aventuras y escenarios con todos esos primeros astros que todos conocemos, Armando no suele pasar de la simple cita y apenas es nombrado hasta en los libracos más gordotes y sesudos de esto de la música jazz. En este programa escucharemos su

Genio y figura. Chano Pozo, junto a Mario Bauzá, Machito y Arsenio Rodríguez, formó parte de esa primera generación de cubanos que llegaron a Nueva York a rumbear esa musiquilla de moda llamada jazz. Sin duda fueron los más primigenios nuyoricans en aportar su deje afrocubano en lo que luego se conocería como latin jazz. Dizzy Gillespie, reconocido apasionado de todos esos (poli)ritmos caribeños, también será protagonista ya que profundizó en esas otras raíces africanas trasplantadas en continente americano y se alió con nuestro amigo Luciano para sacarse de la manga aquello del Cu-Bop. La cosa duró bien poco debido a la trágica y prematura muerte de Chano pero su importancia e influencia fue tremenda e ipsofáctamente se convirtió en mito y leyenda. Nos centramos en sus contadísimas grabaciones que incluyen grandes clásicos inmortales y alguna que otra cinta de cassette (k7!) sacrificada en vivo y en directo simulando algún